|| Una nueva era para el fútbol femenil: América del Norte toma el protagonismo, con la candidatura de México y Estados Unidos, que podría albergar el torneo femenil en el año 2031

Cuando en 1999 el Rose Bowl vibró con más de 90 mil personas en la final del Mundial Femenil, nadie imaginaba que aquel momento sería apenas el prólogo de una revolución.

Hoy, más de dos décadas después, Estados Unidos se prepara para recibir, por tercera vez en su historia, la Copa Mundial Femenina de la FIFA en 2031.

Pero esta vez, el guion podría tener un giro latino: México se perfila como posible coanfitrión del torneo junto a los Estados Unidos.

La confirmación llegó de la boca del propio presidente de la FIFA, Gianni Infantino, durante el Congreso de la UEFA celebrado en Belgrado.

Allí, entre cálculos políticos y miradas al futuro, el dirigente máximo del fútbol mundial reveló que la única candidatura válida para la edición 2031 es la de Estados Unidos, aunque no descartó la inclusión de otros países de la Concacaf, con México como el más fuerte contendiente.

Estados Unidos no es un improvisado en esto. Ya fue anfitrión en 1999 y 2003, con altísimos niveles de asistencia y organización. Además, su liga profesional, la NWSL, ha servido como semillero para varias de las mejores futbolistas del planeta. La combinación de estadios de primer nivel, conectividad, respaldo comercial y una base de fans consolidada convierte a Estados Unidos en la apuesta segura.

Pero hay algo más: después de ceder la organización del Mundial Femenino 2027 a Brasil, la FIFA quiere asegurarse de que la edición 2031 sea un éxito sin contratiempos. Y para eso, pocos países ofrecen garantías como EE.UU. Infantino ha dejado claro que la FIFA busca equilibrar el desarrollo del fútbol femenil a nivel global. Tras el éxito de Australia y Nueva Zelanda 2023, y con Brasil como sede en 2027, era momento de regresar a Norteamérica. Además, el torneo crecerá de 32 a 48 equipos en 2031, lo que requiere infraestructura a gran escala: algo que pocos países pueden ofrecer. La posibilidad de que México sea coorganizador del Mundial 2031 abre una ventana inédita. Sería la primera vez que el país reciba una Copa del Mundo femenina y, de concretarse, marcaría un hito en la evolución del deporte femenil en territorio nacional.

La Liga MX Femenil, creada en 2017, ha crecido exponencialmente en afición, inversión y talento. La participación de México como sede sería no solo un reconocimiento, sino un empujón crucial para consolidar estructuras y visibilidad.

Aunque no hay confirmación oficial, las ciudades que podrían levantar la mano son:

Ciudad de México (Estadio Azteca): ícono del fútbol mundial, renovado para el Mundial 2026.
Guadalajara (Estadio Akron): casa de Chivas Femenil y sede moderna.
Monterrey (Estadio BBVA): uno de los recintos más avanzados del país.
Estos estadios, que también recibirán partidos del Mundial varonil en 2026, estarían listos para la cita femenina cinco años después.

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