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Edgar Sandoval Pérez

En los últimos años, se ha venido desarrollando exponencialmente el crecimiento en la industria del comercio electrónico, desarrollándose principalmente a partir de la pandemia, donde se dinamizó esta práctica. Ahora bien, ese crecimiento exponencial no se previno, por lo cual, no se reguló de ninguna forma, teniendo el mayor impacto términos impositivos y sobre ciertas industrias, ya que no genera ingreso para ningún participante nacional, es decir, nadie en México la fábrica y al entrar al país no paga aranceles, en contra parte, afecta la competencia con productores locales que pagan impuestos y sus insumos son más caros, siendo una complicación para la economía nacional.
Para este 2025 el Gobierno de federal ha implementado una serie de medidas fiscales y arancelarias dirigidas a plataformas de comercio electrónico como Temu y Shein, con el objetivo de regular sus operaciones y proteger la industria nacional. Estas acciones han generado un debate sobre sus posibles efectos positivos y negativos en la economía mexicana en los próximos años.
Dentro de las nuevas regulaciones fiscales y arancelarias se programó que a partir del pasado 1 de enero de 2025, el SAT estableció que las empresas extranjeras que ofrecen servicios digitales en México deben inscribirse en el Registro Federal de Contribuyentes y cumplir con el pago de impuestos correspondientes. Esta medida afecta a plataformas como Temu, Shein, Amazon, Uber y Airbnb, entre otras. Además, se ha impuesto un arancel del 35% a los productos textiles provenientes de Asia, con el propósito de proteger la industria textil nacional. Estas medidas buscan equilibrar la competitividad y proteger la economía local frente a la creciente presencia de productos importados a precios reducidos, especialmente de países con los que México no tiene tratados comerciales, como China. Por ejemplo, se ha establecido un arancel del 19% para mercancías de países sin tratados comerciales con México que cuesten más de un dólar, anteriormente solo aplicaba a productos que costaran más de 50 dolares.
Algunos de los aspectos positivos esperados son, la protección de la industria nacional, donde la imposición de aranceles elevados a productos textiles importados busca frenar la competencia desleal y fortalecer la producción local. Esto podría traducirse en un aumento de la demanda de productos nacionales y, por ende, en la generación de empleos en el sector textil. Otro aspecto es el aumento en la recaudación fiscal, ya que al obligar a las plataformas digitales extranjeras a registrarse en el RFC y pagar impuestos, se espera incrementar la recaudación tributaria. Estos recursos adicionales podrían ser destinados a programas sociales y de infraestructura, beneficiando a la población en general. Por último está el fomento al comercio justo, donde las nuevas regulaciones buscan combatir prácticas abusivas y la evasión fiscal, promoviendo condiciones más equitativas para las empresas que operan en México y asegurando que todas cumplan con las mismas obligaciones fiscales.
En cuanto a los Posibles efectos negativos, podemos ver en primer lugar el incremento en los precios para los consumidores, ya que las plataformas como Temu y Shein podrían trasladar el costo de los nuevos aranceles e impuestos a los consumidores, resultando en un aumento de precios de los productos. Esto afectaría el poder adquisitivo de los compradores, especialmente aquellos que buscan opciones más económicas en línea, también está la reducción de la oferta de productos, donde, ante las nuevas barreras arancelarias, algunas plataformas podrían optar por limitar la variedad de productos ofrecidos en México o incluso reconsiderar su presencia en el mercado mexicano, disminuyendo las opciones disponibles para los consumidores. En último aspecto sería en Impacto en las PyMEs, dado que muchas de estas dependen de la importación de insumos o productos terminados a través de estas plataformas. Los nuevos aranceles podrían aumentar sus costos operativos, afectando su competitividad y sostenibilidad en el mercado.
Estas medidas en realidad solo afectan a las empresas chinas, ya que sus costos reducidos provienen de la importación, por lo que ahora para ser más rentables deberán instalar almacenes y líneas de abastecimiento en México, generando ingresos y empleos para el pais, siendo su única forma de ser competitivas.